Ayer, 9 de junio se convirtió en el Día de la Arquitectura en Castilla-La Mancha con la entrega, en el Paraninfo de Ciudad Real, de los I Premios de Arquitectura y Urbanismo de Castilla-La Mancha del Colegio Oficial de Arquitectos de la región (COACM)
Abierta al público, a la gala acudieron más de 300 personas, fundamentalmente arquitectos provenientes de toda la comunidad autónoma, pero también otros muchos, interesados por los premios, y por el gran protagonista de la noche a título individual, Rafael Moneo, venidos de toda España. Como reconocía ayer Elena Guijarro, decana del COACM, “era ésta una deuda que teníamos con la Arquitectura y con Castilla-La Mancha, y que ahora, después de la brillante ejecución de todo el proceso de la convocatoria, y posterior gala de entrega de premios, hemos saldado, tal y como la actual Junta Directiva del Colegio se había comprometido en Asamblea”. La decana puso en valor el empeño que ha sido necesario para culminar el proyecto y destacó en este sentido la figura de la vicedecana, Gema González Badillo, “verdadera impulsora de estos premios”, afirmó en su discurso de presentación la decana del COACM, pidiendo para la vicedecana un aplauso de reconocimiento. Guijarro pidió disculpas por los posibles errores cometidos, “de los que aprenderemos para la próxima edición”, agradeció “la colaboración de la Junta de Comunidades en la organización de los premios”, destacó la importancia de mantener el contacto con las escuelas de Arquitectura y con la docencia y terminó subrayando la reciente aprobación de la Ley de Calidad de la Arquitectura, “un empeño personal de Lluis Comerón, anterior presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, recientemente fallecido cuya figura quiero reivindicar hoy aquí”.
La actual presidenta del CSCAE, Marta Vall-llosera Ferrán, afirmó ayer en el Paraninfo que los premios recuperados “dan visibilidad a todo aquello que la Arquitectura puede aportar a la sociedad, a los valores que tiene, en cuanto a mejora de la calidad de vida de las personas, por ejemplo, y, por lo tanto, entendemos que este tipo de reconocimientos nos acercan a la sociedad”. Para la presidenta del CSCAE, “premiar la Arquitectura es obligado; es un reconocimiento a la labor social que hace la profesión”. Vall-llosera Ferrán felicitó al COACM por la brillante ejecución de la primera edición de los premios. “La convocatoria ha sido un gran éxito, ha contado con jurado excepcional y con el broche de oro que significa la presencia de Rafael Moneo. Para toda la profesión es un honor este reconocimiento a Moneo, como el maravilloso arquitecto, y docente de la Arquitectura, que es”, e hizo, por último, extensiva la felicitación a todos los arquitectos premiados, “con un reconocimiento que os animará a seguir”.
La gala la condujo con prestancia y buen hacer el periodista Javier Ruiz (Onda Cero Castilla-La Mancha). Los premios se habían convocado en siete categorías diferentes y, desde esta primera edición, adquieren una periodicidad bienal.
En primer lugar, se entregaron los diplomas a quince propuestas finalistas, que fueron valoradas por el jurado calificador, pero que no se llevaron el premio. Posterior y sucesivamente, se fueron entregando los premios en cada categoría.
En el Premio COACM de Arquitectura, en el apartado de Obra Nueva Vivienda, la distinción fue para ‘Villa Icaria’, en Sacedón, Guadalajara, obra de Fernando Orte, Cristina Manene y Omar Miranda. El jurado estima una buena adaptación contemporánea de la arquitectura vernácula y la utilización constructiva de los materiales locales. Entregó el premio Federico Pérez Parada, presidente de la demarcación de ciudad Real.
En cuanto a Obra Nueva de Otros Usos, el galardón fue para en ‘Edificio de Usos Múltiples’ en Bargas (Toledo), cuyos autores son Miguel Díaz Martín, Ana Hernández Moreno y Pablo Junquera Medina. En él, y en una parcela difícil, los arquitectos han conseguido una buena integración con el espacio público circundante. El jurado ha valorado su volumetría fragmentada que hace arquitectura del vacío. Les entregó el premio la presidenta de la demarcación de Albacete del COACM, Ana Teresa García. Miguel Díaz dio las gracias al jurado por su elección, al COACM “por la reedición estos premios en nuestra región, puesto que dan valor a la profesión”, al trabajo en equipo de su estudio que se ha hecho acreedor al premio, y felicitó, por último a “premiados y finalistas”.
En el apartado de Rehabilitación el premio fue para el ‘Hotel Posada de la Sillería’ en Toledo, obra de Jesús Gómez-Escalonilla y Benjamín Juan Santágueda (Arquitectos San Lorenzo SLP). El jurado ha valorado en la intervención un buen trabajo de restauración que revitaliza los valores culturales innatos del edificio. El galardón se lo entregó el presidente de la demarcación de Cuenca del COACM, Juan José Ramón Vindel.
El Premio COACM Emergente, para arquitectos/as menores de 40 años (2021), en Obra Nueva, se lo llevó ‘Casa JA!’, en Albacete, de estudio BIZNA, formado por Pedro Torres García-Cantó y Rocío García Peña. La sencillez de la propuesta refuerza la imagen tradicional de una vivienda. El jurado agradece, en una obra emergente, la contención del proyecto y su sensibilidad en el uso de los materiales. Fue Javier Herce, presidente de la demarcación de Guadalajara del COACM, quien hizo entrega del galardón. Rocío García Peña dio las gracias “a los habitantes de la Casa Ja! por confiar en nuestra labor”, mientras que Pedro Torres puso en valor la labor tanto del aparejador como del constructor, afirmó sentirse conmovido “por las palabras del jurado en el acta”, y dio las gracias al COACM “por recuperar los premios, permitiéndonos, además de defender nuestra profesión, también celebrarla”. Pedro Torres es, además, es el autor del diseño del premio que recibió cada galardonado.
Y, en Rehabilitación, el Premio se lo llevo la ‘Casa de la Sirena y Casa Bajada a San Pablo’ en Cuenca, por Javier Redondo Soria, en colaboración con Miguel Ángel Redondo Soria, una intervención patrimonial que refuerza la estabilidad de uno de los elementos más icónicos de Cuenca, que no solo mantiene el uso del edificio, sino que también lo traslada a un lenguaje contemporáneo. Hizo entrega del premio Carlos Rojo Antúnez, presidente de la demarcación de Toledo del COACM. Miguel Ángel Redondo felicitó al COACM por la recuperación de los premios, a los representantes colegiales y no sólo a los compañeros galardonados, sino también a todos los que se han presentado, y, en general “a los arquitectos, que hemos dedicado nuestra vida a la profesión”, pidiéndoles que “luchéis por la buena arquitectura, y con ello por hacer el mundo un poco mejor, puesto que nuestra profesión influye decisivamente en la vida de las personas”.
El Premio COACM Miguel Fisac le fue concedido a la ‘Casa en Playagranada’ (Motril-Granada) por Ángel Luis Lorenzo Medel, arquitecto, y Fernando García Navarro, aparejador, de ACRO Arquitectos e Ingenieros SLP. Se trata de una organización de volúmenes que responde a su programa, compacta hacia el exterior por las condiciones climáticas y es permeable en su interior. El jurado ha valorado también una construcción de bajo coste. Les entregó el premio Rafael Torres Ugena, presidente de la Fundación Globalcaja, Ciudad Real, y vicepresidente de Globalcaja. Ángel Luis Lorenzo afirmó que “es un gran honor recibir el premio Miguel Fisac, arquitecto de nuestra tierra que tantas cosas aportó a la arquitectura y al urbanismo, y aún más hacerlo en Ciudad Real, su tierra natal”, señaló. El galardonado afirmó también sobre el estrado que “para un estudio pequeño, una obra pequeña en una ciudad pequeña, es un honor recibir este premio. Trabajamos para que lleguen días como hoy”, terminó.
El Premio COACM a la Difusión De La Arquitectura, ha distinguido, como Artículo, el gran compendio de trabajos de investigación reflejados en publicaciones y artículos científicos de los que el jurado destaca, por su relación con la comunidad del Colegio, ‘La Universidad Laboral de Albacete (1974-75)’, un episodio olvidado en el legado arquitectónico de Julio Cano Lasso, realizado por Mª Elia Gutiérrez Mozo y su equipo. Le entregó el premio Inmaculada Gallego, vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras de Castilla-La Mancha. Elia Gutiérrez no pudo acudir a recoger el premio por causa de fuerza mayor. Recogió en su nombre el premio Ana Teresa García, presidenta de la demarcación del COACM de Albacete, quien transmitió las disculpas en nombre de Elia, y el agradecimiento por el premio a su trayectoria como investigadora. García destacó que Gutiérrez Mozo siempre ha colaborado con el COACM desinteresadamente, “desarrollando un trabajo magnífico del que estamos muy orgullosos”.
Como Libro, el Jurado reconoció el título ‘Miguel Fisac: Mobiliario’, que promociona el estudio y la investigación de la obra menos conocida de este arquitecto manchego, valorando como “excelente” la labor de Diego Peris Sánchez y su equipo, formado por Diego Peris López y Javier Navarro Gallego. Su trabajo impulsa la custodia, catalogación y restauración del archivo documental de Miguel Fisac. Les entregó el premio José Julián Garde, rector de la Universidad de Castilla-La Mancha. Como iba haciendo el resto de arquitectos que subían al estrado, Diego Peris agradeció, en primer lugar, al COACM la recuperación de los premios. “Habéis sabido tomar el relevo con la convocatoria de unos premios que ayudan a que la sociedad entienda que la buena arquitectura es un instrumento para mejorar la vida de las personas”, pero destacó, además, “la amplitud de los premios”, abriendo la convocatoria a la difusión y libros.
El Premio COACM Extraordinario, para obras terminadas entre el 1 de enero de 2010 y el 31 diciembre 2019, convocado para reconocer la obra de arquitectos en todos los años en los que no ha habido ningún premio de Arquitectura en la región, en Obra Nueva Vivienda, el premio fue para el ‘Edificio de Viviendas en calle Octavio Cuartero’ de Albacete, por Francisco Candel Jiménez (arquitecto), con Eduardo Armero, Fernando Torres y Francisco López Candel (arquitecto técnico), como arquitectos colaboradores. Se trata de una intervención urbana entre medianeras muy respetuosa con el edificio protegido colindante, utilizando sistemas constructivos eficientes e innovadores. Entregó el premio Enrique Castaño Perea, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá.
En cuanto a Obra nueva Otros Usos, el jurado ha distinguido a la ‘Sede Corporativa Ibernergi, Centro de Formación Gas Natural – Unión Fenosa’ en Toledo, por Ignacio Román Santiago, Daniel Martínez Díaz y Julio Rodríguez Pareja, un edificio de oficinas en el que se valora el cuidado diseño de los espacios de trabajo, con criterios de sostenibilidad y control climático. Fue Marta Vall-llosera, presidenta del CSCAE, quien entregó el premio. Ignacio Román dio las gracias al Colegio, como habían hecho sus predecesores. “Estamos muy contentos. Gracias al jurado, por el reconocimiento a este estudio joven. Cuando nos enteramos, llamamos a nuestras familias amigos y compañeros. Trasladamos mucha alegría proveniente de la arquitectura. Esta tarde trabajamos con muchísima más motivación por aportar más cosas a esta profesión, que es un modo de vida”, dijo, recordando el momento en el que Gema González les comunicó el premio.
Y, en el apartado de Rehabilitación, se ha reconocido la ‘Ampliación y Rehabilitación de Vivienda en Poblado Obrero de Toledo’, por Estudio AMA integrado por Francisco Javier Alguacil San Félix y Luis Moreno Domínguez. En un barrio obrero ambientalmente protegido, se realiza una intervención que consigue el equilibrio entre un lenguaje actual y el preexistente, manteniendo la esencia de la zona. Entregó el premio Carmen Teresa Olmedo, delegada provincial de la Junta de Comunidades en Ciudad Real. Luis Moreno afirmó que “ya cuando nos enteramos que éramos finalistas, nos pusimos contentísimos. Para nosotros, ya era suficiente. Cuando nos llamó la vicedecana para decirnos que habíamos ganado, fue impresionante. Pero el remate llegó al enteramos que venía Rafael Moneo. Fue sublime. Gracias por convocar esto primeros premios después de estos años terribles. Gracias jurado por hacernos sentir que lo que hacemos merece la pena, por hacernos revivir la ilusión por la buena arquitectura, y gracias a todo el equipo que ha hecho posible la ejecución de esta obra. Hacemos las cosas con mucho amor, y un poco de obsesión. Por eso, y por muchas más cosas, un poquito de merecimiento, si tenemos en esta obra en la que hemos luchado contra una normativa obsoleta”.
En Urbanismo, en esta misma categoría, se distinguió la ‘Rehabilitación y recuperación medioambiental del Callejón de San Pedro’ de Toledo, por Jesús Corroto Briceño. Se trata de una intervención eficaz en el callejón San Pedro realizado mediante participación ciudadana con una gran sensibilidad, esponjando el espacio público con la ayuda de los espacios privados. Entregó el premio José Antonio Carrillo, director general de Planificación Territorial y Urbanismo de Castilla-La Mancha. Jesús Corroto resumió lo que para él es la esencia del lugar, que ha trasladado a la obra. “En el Callejón de San Pedro fueron los vecinos, los artesanos, los estudios botánicos, el estudio medioambiental, o el arqueológico de los historiadores, los que nos hicieron entender la singularidad de su arquitectura que hemos intentado trasladar a la rehabilitación. En todos mis años de profesión, he aprendido que es imprescindible que la arquitectura sea humana, humilde y compartida con los que la viven”, afirmó Corroto en el estrado.
El Jurado también hizo una Mención especial a dos edificios institucionales: las consejerías de Bienestar Social y Sanidad, por Francisco Sánchez de León y Juan Luis Fernández-Roldán, cuya distinción entregó Pedro Maroto, concejal de Promoción Económica del Ayuntamiento Ciudad Real. Francisco Sánchez, en el estrado, quiso reconocer el valor “de los profesores que nos inocularon el virus de la arquitectura”, y, en su caso, concretamente, de Alberto Campo.
La segunda mención especial fue para el Colegio de Abogados de Ciudad Real, por Federico Pérez Parada y Alberto Pérez Parada, cuyo galardón fue entregado por Raquel Torralbo, concejala de urbanismo de Ciudad Real.
Y, si hubo muchos momentos emotivos en la gala, el mayor de todos llegó con la entrega del Premio COACM Distinción de Honor a la Trayectoria Profesional. Se le concedió a la gran estrella de la noche, Rafael Moneo Vallés, en la que fue la única y unánime propuesta de la Junta Directiva. La vicedecana del COACM hizo una breve semblanza de Moneo, a quien dio las gracias por su presencia. “Los arquitectos de Castilla-La Mancha queremos dar público reconocimiento a quien es el arquitecto español de más influencia en la arquitectura nacional e internacional, por su trabajo incansable, por una vida dedicada a la arquitectura, por la presencia de su arquitectura, por su quietud de racionalismo clásico, por su vocación de permanecer en la historia y en el tiempo, por sumar tradición y modernidad, creando con todo ello la poesía del espacio, y por su personalidad sobria, discreta, madura, de la que tanto aprendemos aún”, dijo González Badillo.
Fue la decana del COACM, Elena Guijarro, quien le entregó el galardón, con el auditorio puesto en pie, aplaudiendo al maestro. Rafael Moneo dijo, en primer lugar, que hay una obligación, “que uno cumple gozosamente, de decirle al COACM, lo muy agradecido y honrado que estoy por una distinción como ésta. Ninguna vale más que la que te conceden los colegas de profesión. Mi profesión, que es la de todos ustedes, es uno de los trabajos más hermosos del mundo. Me hubiera costado ser otra cosa que arquitecto. Ver el mundo con los ojos de la Arquitectura abre horizontes imposibles desde otros campos. Los ojos del arquitecto obligan a preguntarse cuál es la razón que está detrás de cada cosa que vemos, del mundo que nos acompaña. En términos sociales, la Arquitectura es uno de los documentos con más fuerza del testimonio del paso del ser humano por la historia. Estos premios me han mostrado cuán viva está la profesión. Esta mañana he podido comprobar cómo los proyectos premiados y finalistas reflejan perfectamente la vida en una comunidad como Castilla-La Mancha, con una calidad arquitectónica alta y resolviendo con diligencia muy distintos problemas. Gracias, una vez más, al COACM, por haberme permitido conocer el trabajo de mis colegas y gracias siempre a la Arquitectura, por todo lo que me ha dado en una trayectoria, que ya no se puede calificar de corta”, dijo el galardonado.
Preguntado sobre el momento actual de la Arquitectura, Moneo afirmó que “una disciplina como la nuestra, refleja el momento de incertidumbre que vivimos” y que, en el futuro, en un mundo más poblado todavía que el actual, la arquitectura “tendrá que aportar soluciones inesperadas, que hoy puedan parecernos radicales y o poco apetecibles”. Según Moneo, el esfuerzo de los arquitectos estará en ofrecer a las generaciones que vengan esas nuevas formas de vida, pero siempre teniendo muy presente el legado que reciben. “La arquitectura del futuro debería reconocer el valor de las ciudades antiguas y las tomarlas como punto de partida de las nuevas”.
Para cerrar el acto, la delegada de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, agradeció la invitación del COACM, felicitó a los premiados y premiadas en estos I Premios de Arquitectura&Urbanismo, y calificó de honor y orgullo para Ciudad Real la presencia de Rafael Moneo. “El COACM ha logrado los dos objetivos que perseguía: poner en valor el talento y la calidad que tiene la arquitectura que se está realizando en Castilla-La Mancha, por parte de arquitectos y arquitectas de nuestra región; y por otro lado, destacar la labor de los arquitectos en estos tiempos difíciles para adaptarse a unas nuevas circunstancias en las que los edificios ya no se busca sólo la habitabilidad o el confort, sino que también persiguen valores de economía sostenible, el respecto al medioambiente, o el ahorro energético. Esta convocatoria, y la presencia de Rafael Moneo, son una razón más para estar orgullosos de nuestra tierra”, señaló Olmedo.
El jurado de los premios, que emitió su fallo el pasado 25 de mayo, estuvo compuesto por la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, como presidenta del mismo: Elena Guijarro; por dos arquitectos elegidos por la Junta de Gobierno del COACM: Esteban Belmonte y Gema González-Badillo; un arquitecto profesor de la Escuela de Arquitectura de la UCLM: Juan Ignacio Mera, director de la Escuela de Arquitectura de la UCLM; por un arquitecto profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares: Enrique Castaño, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares; por un arquitecto profesor de una Escuela de Arquitectura de fuera de la región: Manuel Blanco, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid; por un arquitecto representante designado por la Dirección General de Vivienda de la JCCM: Marta Iniesto; por un arquitecto representante designado por la Dirección General de Planeamiento Territorial y Urbanismo de la JCCM: Verónica López; por un arquitecto representante designado por la Viceconsejería de Cultura de la JCCM: Victoria Viedma; y por un arquitecto representante designado por la Consejería de Bienestar Social: José Carlos Valero, vicesecretario del COACM. Secretaria del jurado, actuando con voz, pero sin voto, ha actuado Conchi Ponce.
En total, se recibieron de manera correcta, y se han valorado 97 candidaturas, entre proyectos arquitectónicos y propuestas de otra naturaleza, como las referidas a difusión de la Arquitectura o la distinción de honor a la trayectoria profesional. El COACM realizará una exposición con todas las propuestas finalistas y ganadoras que rotará por todas las demarcaciones provinciales del colegio en los próximos meses.
Sobre Rafael Moneo
José Rafael Moneo Vallés nace en Tudela (Navarra) en mayo de 1937. Realiza sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, obteniendo la titulación en 1961. En 1963 es becado por la Academia de España en Roma, permaneciendo en esta ciudad hasta 1965. A su vuelta a España inicia su trabajo profesional en Madrid, así como su relación con la enseñanza como profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (1966-1970). En 1970 obtiene la Cátedra de Elementos de Composición en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, donde enseñará hasta 1980, año en el que se encarga de la Cátedra de Composición de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid hasta 1985. En 1985 es nombrado Chairman de la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, posición que mantiene hasta julio de 1990. En la actualidad Rafael Moneo conserva su condición de Professor of Architecture en la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, siendo titular de la Sert Professorship.
Entre las obras de Rafael Moneo se cuentan edificios y estructuras legendarias, tanto en España como en el resto del mundo, públicos y privados, como el Ayuntamiento de Logroño, la Librería Estudio Dos (Madrid), el Museo Nacional de Arte Romano (Mérida-Badajoz), la ampliación de la estación de Atocha (Madrid), el Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid), la Bodega de Arínzano (Navarra), el Hotel Hyatt y el edificio de oficinas para Mercedes Benz en Potsdamer Platz (Berlín), la residencia del embajador de España en Washington (USA), la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles (Los Ángeles, USA), la ampliación del Museo del Prado (Madrid) o el departamento de neurociencia y sicología para la Universidad de Princeton (Princeton-USA).
La actividad de Rafael Moneo como arquitecto va acompañada por la que desarrolla como conferenciante y crítico. Co-fundador de la revista Arquitecturas Bis, sus escritos se han publicado en las más destacadas revistas profesionales y la presentación de su trabajo, mediante exposiciones y conferencias, le ha llevado a numerosas instituciones a uno y otro lado del Atlántico.
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